lunes, 25 de septiembre de 2006

De vuelta

El fin de semana, traído y llevado por el viento de las llanuras, estuvo bien. Se habló poco de libros y mucho de gastronomía exquisita y de viajes exóticos... A veces, viene bien dejarse llevar un poco por los vientos, por variar. Sin embargo, en los intersticios de las conversaciones, me acordaba de mi anhelante biblioteca, de mi blogg, de los blogs de los amigos... Como antídoto, me recitaba entonces la “Canción del deshojamiento de las palabras”, de Luis Rosales:
¡Ay!, si fuera fácil
desempalabrarnos
y vivir como viven los niños,
pero más despacio.
No había llegado aún al “pero más despacio”, cuando mi memoria, terca como un mulo, insistía en replicarme, incansable, con esta otra canción rosaliana:

DECÍDETE, SI NO QUIERES EQUIVOCARTE

Sólo sabrás lo que quieres,
corazón,
sólo sabrás lo que quieres,
después de hacer tu elección.
Y lo hacía para recordarme que yo, como el mismo Rosales, ya me había decidido por las palabras, y que —por mucho que un fin de semana de ausencia no deje de ser saludable— mi sitio es éste.

7 comentarios:

Corina Dávalos dijo...

Por suerte para nosotros!

Adaldrida dijo...

Acaba de ponerse en contacto conmigo una lectora de mi blogg (que no es tu mujer), con sed de lecturas poéticas. Admira a DÓrs y a Rosales, (no va mal, en?), y le he propuesto tu antología. Qué bien que vuelvas.

Inma dijo...

Y ¡qué bueno que te haya durado poco el "desempalabramiento", Enrique! Lo justo para mirar con nostalgia y anhelar de nuevo los sabores y sinsabores de tu elección y, tal vez, para amarla todavía un poquito más, como Rosales y muchos de nosotros.

Carlos RM dijo...

Corta ausencia pero larga espera. La segunda canción rosaliana me llega como un oráculo. Me la he cantado hasta elegir... ¡y es verdad!

E. G-Máiquez dijo...

Muchas gracias a todos. Me alegra especialmente, Carlos,el oráculo rosaliano, porque para mí, también lo es. La poesía tiene eso. Abrazos y suerte con la elección.

Anónimo dijo...

La lectora del blog de Adaldrida tiene la sensación de haber llegado a su patria después de un largo exilio.

En cada apunte vuestro he reconocido voces e imágenes que llevaban demasiado tiempo
guardadas.

Tengo que deciros que desde que leo vuestros blogs padezco una mezcla de gozo íntimo y euforia adolescente impropio de mi edad, una especie de hormigueo como de primavera inminente.

Gracias. Hacía muchos años que no compartía con nadie mi admiración por escritores como Rosales, d'Ors, Claudio Rodríguez, Rilke, Lewis...

No entiendo cómo he tardado tanto en descubriros estando, además, por estas latitudes.

Aquilino Duque dijo...

No pasa día sin que me acuerde del gran Luis Rosales-