martes, 31 de octubre de 2006

El Barbero en Japón

El rey de Suecia debe andar con luengas barbas, pues han pasado meses sin que su barbero diera señales de vida. Se entiende, porque ha estado en Japón, trabajando sobre El libro del haiku, cuya selección, traducción y estudio crítico ha realizado Alberto Silva. El barbero ha recortado 10 de los haikus que mejor quedan. Hay otros haikus famosos que son mejores, pero que aquí, en las manos de Silva, se han deshecho un poco. Ya pusimos el ejemplo de la inundación infantil.

Los 10 que se salvan son:

Reconciliados,
el hielo vuelve al agua:
todo ha pasado.
Teishitsu

Flores tardías.
Te vas hecha un mar de dudas,
¡primavera!

Buson

Se escapó el canario
como se esfuma un día más
de primavera.

Shiki

La luna de estío, yo
al sereno, en un puente.
Al fin solos, los dos.

Kikushani

Mañana fría:
entona alegres sutras

el novicio.
Shiki

¡Si ella viviera
y penar los dos juntos
viendo nacer la luna!
Shiki

La luna, temeraria,
se zambulle en el agua
y reflota.

Ryôta

Tras la tormenta,
el alba. (Las sandías
no se enteran de nada.)

Sodô

¿Mi biografía?
—Le gustaba aquel haiku,
el de los caquis.

Shiki

Me voy.
Te quedas.
Dos otoños.
Buson

[Aprovechando el trabajo del barbero, voy a pasarle estos haikus a mis alumnos, para que escogan el mejor y el peor, y a ver qué sale. A mí, el que más me gusta es el primero, sin hacerle ascos al último; pero mi sospecha es que ganará la luna que reflota, con su aire popular. Después les cuento.]

10 comentarios:

Adaldrida dijo...

Enrique, me he comprado Lepanto y otros poemas, ¡lo encontré en la feria del libro antiguo! También me he comprado una barra de labios como la que llevó tu mujer a la boda, aunque ¿por qué será...? no me queda tan bien a ella. Dale recuerdos. ¡Ay! Los haikus me gustan todos, aunque mi preferido es el último.

Joaquín dijo...

Eso de que las sandías no se enteren de nada es un verdadero hallazgo, ¡qué felices son las sandías!

Ángel Ruiz dijo...

Voto por el del novicio y el de los caquis.

Anónimo dijo...

Mi voto para el de la biografía, y para las sandías que no se enteran.

El último, el peor con diferencia.

E. G-Máiquez dijo...

MEA CULPAConfieso que minusvaloré la sensibilidad poética de mis alumnos y también los efectos de la globalización.

Los más votados, con diferencia, han sido el primero y el último, justos mis preferidos. Como es natural, ahora pienso que tienen el mejor gusto posible. También ha gustado mucho al sector romántico de la clase el de la nostalgia del sufrimiento juntos. El de la luna loca, que me parecía el más fácil y, sobre todo, el más andaluz, los ha dejado fríos, con una sola excepción. ¡Pobre realidad nacional andaluza!

El menos votado ha sido el del novicio, y yo, en plan Steiner, pienso que tal vez es por lo extraño que les puede resultar todo lo que se refiera a la trascendencia, porque el haiku en sí, retratando una ilusión casi a estrenar, es delicioso y melancólico a la vez. Tampoco han gustado ni las sandías (que es un hallazgo, como dice Joaquín) ni el canario ni los caquis, quizá porque son los más haikus de todos, los que requiren más entrenamiento, digo yo.

Y, menos mal, Rocío que estáis las mujeres para fijaros en los complementos... Ni idea de la barra de labios que mi mujer llevó a la boda. ¡Cómo somos los hombres!

Juan Ignacio dijo...

Después de todo lo dicho temo no estar influenciado, pero diré que, para mí, los dos primeros y el de los caquis.
Gracias.

Carlos RM dijo...

Aunque al votar "tarde" puedo estar condicionado, me han gustado el de las flores tardías y, sobre todo, el de las sandías. Qué felices, como apunta Joaquín. Quién fuera [a ratos] sandía.

Enrique, lo normal es que te fijes en los labios, en su conjunto, coloreados o no, que son al fin los deseados, los besados. Digo yo. Saludos al barbero.

Anónimo dijo...

También a mí me gusta mucho el último, y el primero. El de la luna y el puente también, quizá por la nostalgia de Triana (que´le vamos a hacer, padezco de sevillanía, ¡esa enfermedad!...)

Anónimo dijo...

Pues a mí, ahora mismo me gusta el segundo haiku, pero donde pone primavera pongo otoño ¿Puedo? Y es sobre todo por unos labios rojos, a los que aún no he preguntado que color o lápiz o lo que sea potencian el hechizo de estos labios mágicos. Y lo raro es que tiendo a preferir colores tranquilos, pero es que en estos labios pega el rojo. Y si a la noche le añade un poco de rouge de ese que debe de llevar en el bolso. Yo me arrimo un poquillo más.

QRM dijo...

No me gustan los Haikus. No los entiendo. No éstos, ninguno. Debe ser culpa mía. Además, no encuentro tiempo para detenerme en ellos, porque me absorven Quevedo y Garcilaso.

Me estoy leyendo y me parezco muy antiguo y pedantísimo. Debo ser así, pobre mi mujer.
En fin, como esto es anónimo, se hace algo menos el ridículo.

Saludos a todos, amigos.