viernes, 8 de junio de 2007

De orientación profesional

Se acaba el curso. Y uno dedica las últimas clases a cumplir con la segunda parte de su asignatura (Formación y orientación laboral). Pregunto a mis alumnos cuál es el trabajo que les gustaría ejercer. Los más intelectuales responden que futbolista, como Abel Feu. Dos de ellos alabaron la vida del oficinista, tranquilamente en un despacho, tomando el aire (acondicionado). Otro aseguró, muy serio, haciendo mímica, que su trabajo ideal era capador de cerdos, lo cual me dio un escalofrío grande. Y otro querría hacer monólogos en el Club de la Comedia, y tal vez tenga ahí un futuro porque, tras casi nueve meses en los que no paró de hablar, prácticamente nunca me ha hecho gracia. Por supuesto ninguno quería ser profesor ni poeta. Lo raro (¿o no?) es que tampoco ninguno quería ser electricista, que es el Ciclo Formativo que están estudiando más o menos.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo me ofrezco de guardés de finca de montaña, en plan Walden.

Enrique Baltanás dijo...

Imagino que real como la vida misma... La juventud siempre nos sorprende... o no.

Anónimo dijo...

Yo me ofrezco de marido de cortijera...mira mi rebeldía huyendo por el desagüe...si es que si es que!!! Por cierto, para cuándo un libro nuevo de Abel Feu?, ya van para 10 años!!!

Anónimo dijo...

¡Qué envidia de calendario laboral! ¡Y qué envidia de profesor!

E. G-Máiquez dijo...

Qué estimulante, uno envidia mi trabajo y otro mi mujer, ninguno mis alumnos, y yo, ay, queriendo ser delegado del Instituto Cervantes en Londres o en Roma...

Néstor dijo...

Qué buena cosa que nadie quiera "quedarse como está" y todos aspiremos a algo mejor; supongo que es característica de la juventud (de espíritu, al menos).

E. G-Máiquez dijo...

Me exigen que inmediatamente haga esta precisión: mi señora es ex-cortijera.

No sé lo que pensará mi correligionario el rebelde, pero para mí que salí ganando: a cambio de unas rentas, tengo ahora para mí toda la melancolía gatopardiana y ewelynwaughense del mundo.

Corina Dávalos dijo...

¿Tan horrible es ser electricista?

XXXX dijo...

Recientemente visité tu blog por primera vez, accediendo a contenidos que fueron publicados en el mes de agosto de 2006. Descubro en ellos un fragmento de un poema de Vicente Llamas, ¿serías tan amable de enviarme el resto del poema, los poemas de los que dispongas? ¿quién es él? Por cierto, también tengo alumnos que, tristemente (pertenecen a un centro de actuación preferente en Cartagena), no aspiran a ser ni tan siquiera lo que los tuyos. Desoladora marginalidad. ¿Su motivación? Ninguna más allá de la mera supervivencia.

E. G-Máiquez dijo...

Ahora me coges en un ciber, con prisa, pero cuando llegue a casa veré qué puedo hacer. Pero, ¿dónde te lo mando?