lunes, 1 de agosto de 2011

Descaro y disimulo

Se ríen mucho de Carmen por cómo mira a la gente en las tiendas y hasta en la calle esperando a puerta gayola el piropo, casi demandándolo, torera. Yo también me río, pero hipócritamente, porque sé a quién salió la niña. También espero ansioso el piropo que ella se merece, sólo que por lo visto disimulo mejor. 
O se ríen a mis espaldas. 

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