jueves, 14 de febrero de 2013

Jueves de Ceniza


Para el Miércoles de Ceniza tenía prevista, antes de que ocurriera lo imprevisible, escribir mi artículo sobre la alegría del arrepentimiento. En realidad, todo sería una glosa de esta maravillosa historia jasídica


“En el Día del Perdón” –le dijeron—“él recita la confesión de los pecados en el más festivo de los tonos”. El Baal Shem mandó llamar a ese rav y le preguntó la causa de tan extraño proceder. El rav explicó: “El más humilde los servidores del rey, aquel cuya tarea es barrer la basura del patio, canta una alegre canción mientras trabaja porque está haciendo lo que hace para complacer al rey”. Le dijo el Baal Shem: “Ojalá mi suerte fuera como la tuya”.

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