lunes, 5 de mayo de 2014

Neste último caso



Hoy hace veinte años redondos que murió Mario Quintana. Una cuestión sin importancia, casi como la edad, pues ya sabía él: "Idades só há duas: ou se está vivo ou morto. Neste último caso é idade demais, pois foi-nos prometida a Eternidade", pero que nos dará una coartada para dedicarle otra reverencia, en el bien entendido que aquí coartadas tampoco nos hacen falta muchas, quod erat demostrandum

Con qué poema o quintanar conmemorar el aniversario, me he preguntado. He pensado dejar los quintanares para Twitter, y dudé entre un poema sobre la muerte, que me pareció redundante, amén de delicioso, pero lo suelto en comentarios, por si acaso os apetece; otro sobre cosas, así en general, muy quintanesco todo, y que, para que no digáis que os pongo los dientes largos, dejo también en comentarios; y uno sobre las sotanas o su falta, que era también un tema —no sé por qué— muy suyo, que pasa a Facebook, más superficial siempre. 

Aquí, pues, dejo de todas las traducciones inéditas de que dispongo, mi preferida, que el blogg es mi niña bonita de todas las redes sociales. Como Quintana entre los poetas: 


EL ADOLESCENTE 

 La vida es tan hermosa que llega a dar miedo. 
 No ése que paraliza y yela, 
estatua súbita; 
mas 

 ese otro miedo fascinante, que tiembla de curiosidad, que hace 
al cachorro de tigre seguir hacia delante olfateando el viento 
al salir, por primera vez, de su escondrijo. 

Miedo que ofusca: ¡luz! 

 Cómplicemente 
las hojas te susurran un secreto 
antiguo como el mundo: 

 ¡Adolescente, mira! La vida es nueva… 
La vida es nueva y va desnuda 
—vestida nada más con tu deseo


3 comentarios:

Mario Quintana dijo...



SOBRE LA VOLUPTUOSIDAD

Todo, hasta la vejez, hasta la enfermedad,
todo, conlleva un gusto…
El moribundo, incluso,
se entretiene pensando cuál es la forma más dulce de expirar…

Mario Quintana dijo...

COSAS

Una ranita verde en el gris de la mañana…
Una sonrisa en la cara de un ciego…
Una nota aguda como pregunta de niño…
Un olor agradecido a tierra mojada…
Un mirar que nos llena súbitamente de azul…

João Filho dijo...

Viva, o Anjo Malaquias. Como amante da poesia de Quintana, eu te agradeço, meu caro poeta, pelas traduções e homenagens ao poeta gaúcho. Grande abraço e vida longa.