jueves, 17 de septiembre de 2015

Los puñeteros niños


Ya habréis adivinado, oh mis sagaces lectores, que hoy no voy a hablar de mis hijos, sino de los de los demás. Qué graciosa transparencia la de las puñeteras criaturas, que dejan traslucir, con una impertinente inocencia, las ideas y las costumbres de sus casas. Un amiguito de mis hijos me preguntó el otro día, muy interesado y admirativo: "¿Vienes de cazar?". Muy sorprendido, contesté: "No, qué va, ¿por qué?". "Porque traes los zapatos sucios". Me dejó algo cortado, la verdad, pero eso era nada para la vergüenza de después, cuando me tomé una cerveza con su impoluto padre, al que oía casi físicamente explicar a sus retoños que los zapatos sólo se pueden llevar sucios si uno vuelve de una montería.

¿Qué ventanas a mi casa irán abriendo por ahí mis hijos?


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