lunes, 2 de mayo de 2016

Elegancia natural


Primer día de playa del año. Todo bien. Yo leía bajo la sombrilla. Unos muchachos empezaron a jugar al fútbol a mi lado. Gritaban, salpicaban arena —soplaba un poniente largo que me metía los granos en los ojos— y amenazaba pelotazo. No era confortable. Entonces uno de los muchachos dijo, sin que yo hubiese tenido tiempo de quejarme ni de echarle una mirada recriminadora: "Vamos, para arriba para no dar por culo". Y me pareció una frase llena de elegancia natural. Ese muchacho, un poco basto por fuera, tenía un alma finísima. Ya (le) dijo Pla que la forma suprema de la elegancia es la caridad. 


1 comentario:

F. O'connor dijo...

En efecto, un rarísimo ejemplo de refinamiento y consideración hacia los otros. Algo poco frecuente en estos tiempos. Genial su interpretación del incidente, don Enrique.