miércoles, 29 de junio de 2011

De los álamos vengo, madre,/ de ver cómo los menea el aire


El mecánico, buen amigo de mi padre de la pesca, me avisó: “A esas gomas les falta viento”. Vaya, “viento”, y recordé de golpe a mi madre, que, aunque nació en Elche, era de Murcia, y que, como buena huertana, cuando soplaba el malhumorado levante o el undoso poniente o el sedeño sur o el titilante norte declaraba: “Hace aire”. Por más que nos metíamos con ella, y le explicábamos que en movimiento el aire cambia no sólo de sitio sino también de nombre, y aunque prometía decirlo bien a la próxima, ella seguía luego fiel a su aire, donde había echado por lo visto unas raíces muy hondas. Ahora comprobaba yo que también se puede poner uno, muy marinero, a llamar “viento” a todo. Y me alegré de mi doble regionalidad, que me permite decirle al aire, aire, aunque sea a presión, y viento al viento, aunque sólo sople por dentro, desde la memoria al corazón, aireándome el alma. 

11 comentarios:

Unknown dijo...

Hermoso apunte, Enrique. Cuánto puede evocar una simple palabra.

Alejandro Martín dijo...

¡Qué bonito, Enrique! Un abrazo.

Anónimo dijo...

Cómo no recordar...
Jilguero

Unknown dijo...

Un aire fresco esta entrada...

Fernando dijo...

Qué hermoso, Enrique. Y qué observador.

Miriam dijo...

Cuando siento que me falta aire, quizás lo que necesito es viento
Lo pensaré
Gracias¡

Anónimo dijo...

Carlos dijo:

Primera hermosa piedra blanca.

Anónimo dijo...

Carlos dijo:

De donde yo soy también se dice hace aire. De tan habitual como me era ese expresión, nunca había reparado en que era realmente una de esos hallazgos poéticos que crea el habla. Gracias por hacérmelo ver (y oír). Menos mal que tu madre nunca se dejó corregir y prefirio la poesía, que ahora tú nos desvelas.

Ignacio Fernandez Perandones dijo...

Desde Elche, un recuerdo a ti y a tu madre, y felicitaciones por tu buena y sugerente escritura

javier dijo...

Que la bambolea el aire
ole, ole, carretero
¡qué jaleo lleva el tren!

Y que bienhabladas y cantarinas nuestras madres.

¿No llaman los músicos "aire" a una especie de canción?

Ignacio Trujillo dijo...

Me ha encantado. Como sacas la poesía de lo cotidiano.Mi madre también dice aire y su aumentativo: ¡hace un airazo!