jueves, 4 de abril de 2013

Dos poetas, dos destinos; pero paralelos


La reseña bicéfala está aquí. Y aquí sólo dar la prueba de que la poesía de Claudio Rodríguez rozó la poesía de la experiencia, como allí se afirma: 

UN SUCESO

Bien est verté que j'ai amé
et ameroie voulentiers...
François Villon

Tal vez, valiendo lo que vale un día, 
sea mejor que el de hoy acabe pronto. 
La novedad de este suceso, de esta 
muchacha, casi niña pero de ojos 
bien sazonados ya y de carne a punto 
de miel, de andar menudo, con su moño 
 castaño claro, su tobillo hendido
tan armoniosamente, con su airoso 
pecho que me deslumbra más que nada
la lengua... Y no hay remedio, y le hablo ronco 
como la gaviota, a flor de labio 
(de mi boca gastada), y me emociono
disimulando ciencia e inocencia 
como quien no distingue un abalorio
de un diamante, y le hablo de detalles
de mi vida, y la voz se me va, y me oigo
y me persigo, muy desconfiado
de mi estudiada habilidad, y pongo
cuidado en el aliento, en la mirada
y en las manos, y casi me perdono
al sentir tan preciosa libertad
cerca de mí. Bien sé que esto no es sólo
tentación. Cómo renuncio a mi deseo
ahora. Me lastimo y me sonrojo
junto a esta muchacha a la que hoy amo,
a la que hoy pierdo, a la que muy pronto
voy a besar muy castamente sin que 
sepa que en ese beso va un sollozo.

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