viernes, 4 de abril de 2014

Sofisma y Escolio


Me ha gustado descubrir el denominador común entre dos de mis lecturas aforísticas más diversas entre sí y, a la vez, más constantes y provechosas: Sofismas de Vicente Núñez y Escolios de Nicolás Gómez Dávila. Siendo los primeros de humo y los segundos de mármol, en ambos casos hay que hacer un segundo esfuerzo de aprehensión, que les da la gracia. Con Núñez, porque a bote pronto te parece que ha dicho una tontería o una gracieta (como hace a veces); con Gómez, porque uno puede resbalar y, desde luego, no empaparse en una superficie tan pulimentada. 

Como con el colombiano está muy claro, vayamos al sofisma del cordobés donde lo he visto claro. Dice: "Todos los embusteros tienen salud". En principio, una generalidad ni siquiera generalizable, aunque uno se pone a seguir la estela de la voluta de humo y acaba dando en que, efectivamente, la enfermedad nos aboca a la verdad, por lo mismo que nos pone en suerte para la hora de la verdad. Veo, de golpe, el vaso comunicante entre mi hipocondría y mi verofilia, a cual más obsesiva. 

¿Se me habrá ido el santo al cielo, tras las azuladas revueltas del humo de Núñez? Un centímetro y medio más abajo, el siguiente sofisma sostiene mi lectura: "Sólo la muerte escribe bien de la vida". 


1 comentario:

Aitor Suárez dijo...

Algunos "sofismas" son buenísimos. (Siempre he pensado que la crítica o reseña debería suplirse por un fragmento o pasaje del libro, para que el lector deguste, a modo de cata y cala, si le gustan el contenido y el estilo del libro. Esto no falla. En cambio, la crítica a menudo es engañosa. Crees que el libro va a gustarte y luego no). Pues, como digo, aquí van algunos "sofismas" de Núñez:

En las barras de los bares sólo se ven espaldas.

Y osaron elegir las lenguas como vehículos de verdad.

La sabiduría pregunta y la ignorancia responde.

Se llega siempre allí de donde nunca se había salido.

Perdóname por haberte perdonado.

....

Me recuerda un poco el estilo de Fito Cabrales en las letras de algunas canciones:

Todo lo que no aprendí nunca se me ha olvidado.

Estoy sordo de un pie.

No he perdido la razón ni tampoco la he encontrado.